Con pasos cortos se acercaba. Era una mujer de baja estatura y muy delgada que llegaba a Calcuta (India) cuando los agentes de migración, requiriendo sus documentos de identidad, le preguntaron: “¿Cuál es su nombre?”. Ella respondió: “Soy Teresa”. “¿Y cuál es el propósito de su viaje?”, indagaron. Ella dijo con mucha firmeza: “Vengo a ayudar a India”. El hombre la miró fijamente, replicando: “¿Tiene dinero?”. Ella tomó su bolso y dijo: “¡¡¡Tengo tres monedas y tengo a Jesús, puedo hacer cualquier cosa!!!”.En una cultura como aquella, una mujer no tenía lugar en la sociedad, mucho no podía hacer. Pero aún así la dejaron pasar. Tal vez por las tres monedas más que por lo que podía aportar a la sociedad. Además, era una simple desconocida nacida en Skopje, Albania. Nada alteraría el curso de la historia.Pero con el transcurrir de los años, antes que ella muriera, cada presidente o ministro en todo el mundo, sabía quién era ella. La que con tres simples monedas y Jesús afectó el mundo entero, porque decidió ser fiel a Dios y ayudar a ese pueblo. Cuando decides tomar lo que Dios te dio para servir a otros, ocurren cosas que ni imaginaste.No necesitas ser un súper dotado para servir. Ni siquiera necesitas saber leer, escribir o tener una certificación con las mejores calificaciones para hacerlo. No necesitas llegar hasta un postgrado en tus estudios para ayudar a la gente que está a tu alrededor. Martin Luther King, Jr. Lo dijo de esta manera: “Todos pueden ser grandes……Porque todos pueden servir.No tienes que tener un diploma para servirNo tienes que saber gramática para servirSólo necesitas un oído lleno de gracia y un alma impulsada por el amor”Servir es un estilo de vida, que te llevará a experimentar los momentos más gratificantes de tu vida si lo haces con la motivación correcta. De ahí la importancia que como Líder juvenil conozcas el potencial que Dios te ha dado y empieces a buscar oportunidades para desarrollarlo y así vivir tu vida al máximo. Para ello, considera lo siguiente:Ten un propósito por el que valga la pena vivir.Jack Morrison, bombero de vocación, lucha arduamente por abrirse camino entre llamaradas de fuego y explosiones dentro de un gran almacén. Su objetivo es rescatar a un ciudadano atrapado por el intenso fuego. Ingresa al almacén y en el empeño de seguir avanzando para salvar a la víctima, un derrumbe lo sorprende dejándolo atrapado entre escombros y metales de las estructuras caídas.Desde afuera, el capitán Mike Kennedy -mentor, amigo y jefe de bomberos de Jack- hace todo lo posible por rescatarlo con vida. Hay camiones cisternas de la unidad de bomberos, luces, sirenas, helicópteros, gigantescas llamas y columnas enormes de humo subiendo del gran almacén. Adentro de aquel edificio ardiente, Jack Morrison está inmóvil en el suelo, atorado por los escombros y pedazos de edificación que hace instantes habían caído sobre él. Es en ese instante que empieza a recordar y a visualizar en su mente escenas pasadas de su vida. Entre ellas, el momento en que conoció al Capitán Kennedy, sus inicios y el descubrimiento de su pasión, profesión y vocación: ser un rescatista y salvar vidas, enfrentando todo tipo de peligro, obstáculos y dificultades; poniendo en riesgo su propia vida a favor de personas que ni siquiera conoce, hasta el trágico momento en el cual se encuentra atrapado.Cada recuerdo denota la desinteresada motivación de cumplir con su deber. Esas historias vividas asoman pensamientos que le hacen suponer que cumpliendo y desarrollando su vocación fue que Jack encontró a sus más cercanas amistades, conoció al amor de su vida, experimentó la realización de sus sueños y entendió que las verdaderas recompensas a su labor son los rescates logrados a lo largo de su carrera.Mientras Jack se encuentra caído, aguardando ahora su propio rescate, afuera de aquel edificio sus amigos y compañeros de vocación trabajan arduamente por salvarlo de una tragedia de la cual parece imposible salir con vida.Quizá hasta aquí no se había dado cuenta, pero Jack había descubierto su propósito en la vida sirviendo a otros.Dos grandes interrogantes surgen de aquel filme titulado “Brigada 49”:¿Qué lleva a un hombre a entrar a un edificio en llamas cuando todo el resto está corriendo hacia fuera? ¿Por qué los bomberos dejan a sus familias todas las mañanas para arriesgar sus vidas por extraños?La palabra clave que responde a ambas interrogantes es: “Propósito”. Lo hacen porque es el motivo de sus vidas. Lo hacen porque lo llevan adentro, porque es la razón desus existencias, y aunque tienen la posibilidad de estar haciendo cualquier otra cosa, saben que no sería lo mismo.La valentía, la audacia, el coraje y la lealtad afloran en ellos, desde el día en que descubrieron que esa es su vocación y su propósito. Al reflexionar sobre nuestro propósito en la vida, recuerdo las palabras de Henry Ford, pionero de la industria automotriz, quien dijo: “Todo el secreto de una vida exitosa es descubrir qué estamos destinados a hacer, y luego hacerlo”.En primer lugar tienes que entender y asumir que tú eres el capitán de tu vida . y que tienes la responsabilidad de llevar tu vida hasta el destino que Dios trazó para ti y también para ayudar a chicos a que puedan entender los propósitos que Dios tiene para ellos.No tendrás la oportunidad de culpar a otros de dónde y en qué situación te encontrarás en 5 o 10 años. A esa altura estarás viviendo las consecuencias de tus decisiones de hoy. Es tu responsabilidad averiguar cuáles son los caminos que tienes que recorrer y utilizar todos los recursos que Dios te da para encaminarte hacia aquello que Él tiene preparado para ti. De esta manera puedes trazarte metas que te acercarán a la misión que tienes en esta vida. Sólo tú puedes descubrir el propósito que Dios tuvo al crearte. Sólo recuerda que sea cual fuere ese propósito siempre apuntará a servir a tu generación, a dejar una huella en la vida de los que te rodean.“Los sueños de Dios, no caben en tus sueños, pero tus sueños si caben en los sueños de Dios… sueña en grande, pero asegúrate que en tus sueños estén incluidos los sueños de tus jóvenes, y ten por seguro que entonces sí será un sueño de Dios”.
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